Tipos de acabados del gres porcelánico
Contenidos
Cuando visite una tienda de azulejos o de mejoras para el hogar, le ofrecerán una increíble variedad de opciones para su proyecto. Azulejos de diferentes tamaños, colores, patrones, texturas y más compiten por su atención, junto con una gran gama de precios. Incluso si ya tiene una idea de lo que quiere, el proceso de elección del gres porcelánico puede ser confuso.
En el pasado, era difícil para los consumidores comparar un azulejo con otro, ya que no había estándares consistentes. Dos baldosas de tamaño, aspecto y quizás incluso coste similares podían tener niveles de dureza y durabilidad muy diferentes. ¡Qué decepción sería descubrir que su baldosa favorita no era adecuada para el proyecto que tenía en mente!
Hoy en día, disponemos de un sencillo sistema de clasificación que nos indica la resistencia de las baldosas de gres porcelánico, y facilita la determinación de los lugares en los que ese tipo de baldosa se comportaría mejor. Se trata de la escala de clasificación PEI, creada por el Instituto del Esmalte Porcelánico. A diferencia de otros materiales que se clasifican, el sistema de clasificación de las baldosas no indica la calidad de las mismas, sino que las clasifica según su uso ideal. Por ejemplo, un azulejo con un grado PEI de 1, que es el más bajo, puede durar años y tener un aspecto magnífico cuando se instala como azulejo decorativo de pared.
Tipos de dientes de porcelana
La loza es una arcilla cocida a temperaturas relativamente bajas, entre 1.000 y 1.150 grados. El resultado es un material endurecido pero quebradizo y ligeramente poroso (pequeños agujeros por los que puede pasar el líquido o el aire), por lo que no puede utilizarse para contener agua.
El gres se fabrica con una arcilla particular que se cuece a una temperatura más alta, de 1.200 grados. El resultado es un material más duradero, con una calidad más densa y similar a la de la piedra. El producto final es impermeable y, a diferencia de la loza, no necesita ser esmaltado.
La porcelana procede de una arcilla refinada que se cuece a temperaturas muy altas, entre 1.200 y 1.450°C aproximadamente. El resultado es un material extremadamente duro y brillante, a menudo de aspecto blanco y translúcido.
Las primeras formas de porcelana se originaron en China alrededor del año 1600 a.C. y esta asociación popularizó el término “porcelana fina”, o porcelana de hueso cuando a la porcelana se le ha añadido hueso animal molido a la arcilla, para crear un material aún más duradero.
Los principales puntos de comparación entre la loza, el gres y la porcelana son la temperatura a la que se cuece la arcilla y la fuerza resultante, la resistencia al agua y la durabilidad de los productos acabados.
Gres porcelánico
La característica más destacada del gres porcelánico es su composición. Sólo se utilizan los materiales más puros, ya que los minerales, el caolín, los feldespatos y la arcilla constituyen el 99% de cada baldosa, mientras que los colores naturales completan el efecto estético.
No se utilizan colas ni resinas para compactar las baldosas. Para que el material sea uniforme y compacto, se prensa mecánicamente a una proporción de más de 500 kg por m² y se cuece en hornos de más de 90 metros de largo a una temperatura superior a los 1.250 °C.
Mirage utiliza una tecnología innovadora para producir baldosas cerámicas únicas, evitando las texturas repetitivas y los efectos replicados típicos de la cerámica decorada más tradicional. Cada baldosa tiene sus propias características identificativas.
Resistente a los ácidos más comunes, como el vinagre, el zumo de limón, la cola (ácido ortofosfórico) y el ácido clorhídrico. Estos ácidos corroen el calcio del mármol pero no dejan rastro en las superficies cerámicas. No es resistente al ácido sulfúrico.
El material no arde ni produce gases o humos tóxicos en caso de incendio o cuando se expone a una llama. No hay problemas con las cacerolas calientes o los cigarrillos encendidos, a diferencia de la madera, los plásticos laminados o los aglomerados que contienen resina, que se dañan con el calor.
Tipos de baldosas de cerámica
Las baldosas son materiales de construcción que siempre se han utilizado para cubrir suelos y paredes. Se obtienen mezclando diferentes cantidades y proporciones de arcilla, feldespato, caolín, cuarzo, aditivos químicos y agua, secados y cocidos a temperaturas muy altas (entre 1000º y 1400º).
El soporte puede ser poroso o compacto: esta característica no puede evaluarse a simple vista, pero es esencial saber que un soporte compacto será más resistente a la absorción de agua y más resistente al impacto.
Las baldosas pueden tener varias formas, siendo la cuadrada y la rectangular las más populares. También se diferencian en un espesor que varía desde un mínimo de 3,5 hasta un máximo de más de 15 milímetros, con un valor medio de 4 a 12 mm.
Los suelos de interior son ciertamente elementos estructurales, por lo que deben ser sólidos y resistentes. Sin embargo, también tienen una importante función decorativa dentro de la casa, por ejemplo, son revestimientos que deben ser no sólo funcionales y prácticos de mantener, sino también bonitos y acogedores. Para que su estancia en casa sea agradable y gratificante.